Una vez más las fuerzas de la cibernética han vencido a este pobre hombre. Le han obligado a perderse en el extraño mundo de los bloggs (como si el espacio en MSN no fuese suficiente).
Ha perdido la identidad terrena y ha ganado un nombre (ingenioso) en el ciberespacio.
Es una muerte lenta, muy lenta.
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2 comentarios:
resígnate, tienes mucho que reflexionar y escribir antes de dejarte morir por tu vicio cybernético.
Un abrazo!
Ana G.
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