viernes, 4 de noviembre de 2011

Empezó la cosecha pero no hay granos

(Perdón la efusividad del título, pero creo que es totalmente justificable)

Sí, todos sabemos que Grecia lleva meses (años) metida en un pantano económico y político de gravísimas consecuencias sociales y humanas. Todos sabemos también que la manera en la que esa crisis se ha manejado provoca que sólo sea relevante para los altos financieros, los mandamás de la economía bursátil especulativa y los dirigentes de la Unión Europea y sus Estados (que, al parecer, trabajan para los primeros). Todos sabemos también que este problema, muy mediatizado, es por mucho menos importante que cosas que realmente deberían preocupar a la humanidad: terribles hambrunas, escasez de alimentos y encarecimiento de ellos, destrozos a la productividad agrícola de infinidad de países e inminente malestar generalizado que empezará en el campo, entre los verdaderamente hambrientos, y no con blackberries en Cannes, Coyoacán o Seattle.

El asunto griego es trágico porque quienes han tomado decisiones al respecto (Merkel, Sarkozy y la UE) se han pasado olímpicamente por los gumaros a la población en general. Si se trata de elevar impuestos recortando pensiones, asistencia social, seguridad social y demás beneficios, que así sea; al fin y al cabo, los que mandan son los especuladores financieros, que ponen el grito en el cielo si la putrefacta bolsa de Frankfurt o de Nueva York perdió 4 puntos un día, aún cuando ellos seguirán ganando cientos de miles de dólares al mes.
El asunto es griego porque, como lo demuestra este artículo, la democracia, como sea que la quieran entender, fue pisoteada, violada, ultrajada y luego quemada al momento de tomar decisiones de orden más bien inhumano.

Pero lo de Grecia, que sí es horrible para los 11 millones de griegos en Grecia, es una pequeña cortina de humo para lo que está realmente ocurriendo... y que lleva AÑOS ocurriendo.

En el último año, en México perdimos 8.5% de nuestra capacidad productiva en granos, según indicó la FAO. Sólo Etiopía --que sufre una grave sequía-- y Sudáfrica --que no sé qué chingados le pasa-- perdieron más que nosotros. Nos convertimos en el país que más granos importa en toda América Latina. ¡Granos! No hay nada más elemental que los granos. Vamos, hasta para la cerveza se necesitan granos (y vaya que ésta es elemental). ¿Cómo podemos asumir aquí y allá que ¨la economía va bien¨, que los bolsillos se llenan porque aumenta el gasto y el consumo cuando lo que está pasando es que somos incapaces de producir alimentos?

Importamos alimentos (caros) y producimos algunos alimentos (malos). Esa es la nueva lógica nacional. Y el problema de la soberanía alimenticia se evidencia como uno realmente grave e indecente, y no como una simple retórica de izquierdas (como la gran mayoría de los librecambistas irresponsables quiere creer). Tenemos que cobrar consciencia de lo siguiente: la especulación que se ha hecho en los últimos años respecto de los alimentos ha sido letal; la acaparación de granos y de otros alimentos es mortal para las mayorías, aunque enriquezca a ínfimas minorías; la compra de enormes extensiones de tierra totalmente malbaratadas en algunos países africanos por parte de las ricas monarquías árabes o de China NO está favoreciendo la producción integral de alimentos que puedan, después, ser consumidos por quienes más los necesitan: al contrario, está destruyendo poco a poco el potencial productivo de esas tierras con cultivos muy redituables pero no nutritivos (y sí antiecológicos). Lo mismo pasa en Brasil con el etanol y demás biocombustibles que se comen, literalmente, cientos de miles de hectáreas. Nadie come biocombustible y su producción y procesamiento acaba con muchísimos recursos, uno de ellos esencial, que es la vitalidad del suelo.

La gran indignación en los medios de comunicación aparece en las ciudades (y es realmente justa y loable su causa. Todos somos indignados). Pero la indignación realmente acompañada de hambre y de carencia está sucediendo en el campo y no le estamos prestando atención. Soy un inexperto en la materia, pero definitivamente quisiera aprender mucho más.
http://www.jornada.unam.mx/2011/10/28/politica/025a2pol